Desde un principio he tenido claro que los deportes (bien jugados) cargan de sentido los aprendizajes realizados, sean del tipo que sean. Los valores que desarrollan son muy amplios y variados en función del deporte practicado: cooperación, lealtad, tolerancia, solidaridad, esfuerzo, constancia, sacrificio, responsabilidad, superación, igualdad, diálogo, y un largo etcétera. Ese es el motivo por el que he considerado ampliar el número de deportes practicados a lo largo de la primaria.
Partiendo de esta idea, busqué la forma de traer al centro deportistas (de cierto nivel) que pudieran darnos una explicación de su respectivo deporte a través de una exhibición. Mostrar a nuestro alumnado que es posible compaginar deporte y estudios, que el nivel se consigue a través del esfuerzo y la dedicación, que la humildad es necesaria para que no se suba el éxito a la cabeza, etc, hizo mella en ell@s. Muchos se preguntaban por la cantidad de horas empleadas en los entrenamientos, los fines de semana de trabajo duro (estudios, entrenos, viajes, dinero ganado claro está :-), y se sorprendían al ver la sencillez de las respuestas. Tuvimos la suerte de contar con chavales de 14-15 años que les hicieron pensar, que fueron "ídolos" por un rato. Ídolos alcanzables que demostraron un carisma bárbaro.
Podría explicar largo rato lo que sentí y todo lo que aprendí de ellos, pero creo que unas fotos y vídeos en este momento harán ese trabajo
Niños y niñas que aprenden de otros y otras algo mayores comprobando lo que se puede llegar a hacer con esfuerzo.
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